Manuel Valera Pérez: IGLESIA

Un arte al servicio de Dios.

Según nos comenta D. Dionisio Ortíz Juárez en el ya mítico catálogo de la así mismo memorable exposición sobre orfebrería cordobesa organizada en 1973 en la Diputación de la misma provincia, en 1656, tras la muerte de su esposa, el magnífico platero Antonio de Alcántara opta por hacerse sacerdote y aunque en su decisión pudo pesar el fatigoso trabajo que este arte requiere y el estresante trato con una clientela arrogante y acostumbrada mas a la presión y exigencia que al verdadero reconocimiento de un arte, como por otro lado seguramente motivo la renuncia también de otro grande de este oficio como fue el sevillano Francisco de Alfaro, lo que interesa en esta pagina es destacar la profunda religiosidad de un hombre que, precisamente por su trabajo estaba en constante relación con la espiritualidad que un arte al servicio de Dios, como se entendía en su tiempo requería. Mucho han cambiado los tiempos.

La cruz parroquial.

O "cruz procesional" por encabezar las procesiones con la clara simbología del seguimiento de Cristo. Hasta el siglo IV con el emperador Constantino no se convirtió en el símbolo de salvación que entendemos desde entonces. Normalmente portada por un diácono o clérigo menor llamado staurophorus y en Roma draconarius. En muchas ocasiones era la misma cruz de altar a la que se le añadía un mástil para ser procesionada en alto. Según D. Manuel Nieto Cumplido la mas antigua conservada en la diócesis de Córdoba sería la de cristal de roca de la S. I. Catedral que aparece citada ya en un inventario de 1294. Se tiene por la representación mas señalada de la parroquia en actos y procesiones.

La que se muestra realizada en plata de ley con pié, asimismo de plata, en 2016 para la parroquia de Santa María Madre la Iglesia de Córdoba capital. Se trata de un diseño moderno del taller inspirado en el frontal en la cruz personal del Papa Francisco con relieve cincelado del Buen Pastor y relieve de la Inmaculada titular del templo en su trasera. Hemos intentado amoldar su diseño a la estética del templo que realizara el arquitecto Rafael de la Hoz.

El relicario.

Se denomina relicario, (reliquiae), al recipiente o estuche diseñado y construido para conservar y venerar reliquias de los santos. Los relicarios mas antiguos conservados están datados en el siglo IV. El V concilio de Cartago decretó que ninguna iglesia podía ser dedicada sin reliquias debajo del altar. En los primeros tiempos del cristianismo eran frecuentes unos pequeños relicarios llevados en forma de colgante del cuello llamados encolpium y pequeños frascos de cristal que contenían algodón empapado en aceite de las làmparas del sepulcro de algún mártir. Desde el siglo VII se comienzan a realizar arcas o cajas expresamente para acoger de manera lo mas digna posible las reliquias de los santos y que habitualmente se colocaban directamente sobre la mesa del altar, siendo también habitual la utilización de ricas arcas aún no siendo realizadas para tal fin como por ejemplo las realizadas de marfil en los talleres califales. Las pequeñas cajitas (lipsanotecas o gliptotecas) que se incrustaban en los altares son los relicarios mas antiguos conservados en nuestro pais.
En el románico y gótico el diseño mas habitual de relicario era el arquitectónico simulando un templo. A partir del siglo XV se comienzan a popularizar relicarios con la forma antropomórfica de la reliquia que contenían o e busto que efigiaba al santo o santa de procedencia. De la misma época procede el diseño mas habitual de relicario en forma de ostensorio o pequeña custodia de mano.
Hay que destacar que de todas las piezas de orfebrería realizadas para el culto o devoción pública el relicario es el que permite mas creatividad formal y el menos restringido y codificado en cuanto a diseño como demuestra que Juan de Arfe en su famoso tratado lo dejara fuera de su estudio estructural.

Relicario de San Juan de Ávila. Basílica de San Juan de Ávila. Montilla.

Con motivo de su nombramiento como nuevo Doctor de la Iglesia el año 2012. Representa una clase en el patio de su casa montillana. Sobre imágenes de Antonio bernal.

El relicario en Orihuela.

Este sin duda ha sido uno de los mas importantes trabajos del taller por la evidente importancia del acontecimiento que conmemoraba y, porqué no decirlo, por la premura con la que se tuvo que trabajar. Custodia en su interior huesos y un trozo del corazón del santo.