jueves, 21 de octubre de 2021

Arca relicario de los mártires de la persecución religiosa en la Diócesis de Córdoba.

 


El arca de los mártires cristianos cordobeses del siglo XX, con unas medidas de aproximadamente 50x30x39 cm, ha sido realizada en plata de ley con terminaciones en bicolor (plata en su color y sobredorada en algunos elementos) con incrustaciones de granates naturales y pedrería de colores y según las técnicas tradicionales del repujado, cincelado y microfusión a la cera perdida.

Hemos optado por un estilo en el que nuestra ciudad destacó como es el de la segunda mitad del siglo dieciocho, intentando romper con la frialdad de las rectas en perfiles y formas aunque atemperándolo en beneficio de una seriedad que el tema requiere, teniendo muy presente el simbolismo como base de la posterior ornamentación.

Una base moldurada con decoración en rocalla apoya sobre cuatro pies terminados en espiral (símbolo del infinito). La caja propiamente dicha es de planta rectangular con unas pequeñas ochavas en las esquinas donde apoyan sendos ángeles portando palmas de martirio. La escena del frontal la domina en su centro una mandorla con Cristo Resucitado del que emanan rayos de luz que unifican y engloban toda la escena de la comunidad de los santos que participan de la gloria de Él en gozosa beatitud. En la mandorla aparece un texto inscrito en latín tomado del libro del Apocalipsis.

Otro juego de molduras en la parte superior, asimismo con decoración en rocalla, separan la caja de la tapa. Sobre las esquinas ochavadas apoyan unos pavos reales con pedrería de color en su plumaje, animales símbolos del más allá y de la unidad en la diferencia. En la parte alta, cerrando hacia el centro en juego de molduras con cartelas alegóricas, figura en la central el perfil de la ciudad de Córdoba en representación del Obispado de la misma. La remata sobre un pequeño plinto el Crismón con piñas en las esquinas (símbolo de unidad). En el plinto está inscrito “MARTIRES PRO CHRISTO CORDUBENSES” en el frontal y “VIVA CRISTO REY” en la trasera.


En los laterales del arca se sitúan los patronos cordobeses San Acisclo y Santa Victoria, en relieve enmarcados con sendas filacterias laterales en las que está inscrito parte del introito de la misa de los mártires cordobeses.

En la trasera, el centro lo ocupa el logotipo en relieve de los mártires de la Iglesia y a los laterales sendas placas con los nombres de los mártires cuyas reliquias se conservan en la urna.



martes, 14 de septiembre de 2021

"CRUZ DE LA VIDA". Cruz realizada para Ntro. Señor de los Reyes. Archicofradía de la Vera-Cruz, Córdoba.

 


Realizar la “Cruz de la Vida”, el madero alegórico que abraza el Señor de los Reyes, ha supuesto además de un enorme orgullo para el taller, una gran responsabilidad debido a la inusual complejidad técnica que presentaba en su diseño, repleto de originalidad, así como por la enorme carga simbólica que engloba todo el conjunto y que había que trasladar del papel a las tres dimensiones sin perder un ápice de su esencia artística y espiritual. 


Desde la concepción de sus trazas a manos de Curro Claros, se aprecia la configuración de la cruz como un
árbol de vida, el místico árbol de la cruz, elaborado en madera de cedro ahuecada con terminación caoba y articulado en base a unas cartelas que dividen los distintos tramos que la componen, cubiertos estos por elementos vegetales de diferentes variedades que aportan el significado simbólico a la pieza en su mayor proporción. Estas especies botánicas elaboradas en plata de ley en su color que parten de una rama común y que componen la cruz en orden ascendente son: palmas y olivo en el primer tramo, rosal y pasionaria en el segundo, cardo y espino en el tercero y vid y espigas de trigal en el cuarto y último. Por su parte, las especies que componen el patíbulo o travesaño horizontal de la cruz son azucena en un brazo y laurel en el otro. Si bien intentando buscar siempre la unidad visual del conjunto, para diferenciar cada tramo y buscar un mayor naturalismo en cada planta hemos aplicado en el cincelado de las hojas distintas terminaciones aplicando texturas diversas a cada especie, lo que hace que ganen en realismo y vistosidad. Asimismo, a este conjunto de ramificaciones que se enredan de forma salomónica enroscadas a lo largo y ancho de la cruz le hemos incluido esmalte color violeta y apliques de piedras y rocas naturales tales como amatistas africanas y jade, así como cuentas color topacio, amatista y granate para simular los frutos y semilleros, que refuerzan la impronta naturalista de la vegetación además de dotar a la pieza de un discreto toque de color en diferentes gamas cromáticas que se combinan a la perfección con la plata y el caoba de la madera. También se han añadido algunos detalles dorados en pequeños elementos tales como los pistilos de las flores de pasión.


Separando cada tramo encontramos grupos de cuatro cartelas de estilo barroco, repujadas y cinceladas, que albergan en su interior relieves labrados en madera de naranjo policromada con terminación en tonos marfil con la representación simbólica de las doce tribus de Israel alternadas con atributos relativos a la realeza. En la cruceta donde confluyen el “stipes” y el “patíbulum” se sitúa a ambas caras de la cruz una gran cartela repujada en plata rodeada de rayos rectos y flamígeros que acoge un rompimiento de gloria con querubines tallados en marfil, a partir de un colmillo de elefante adquirido por la Hermandad en un anticuario. Entre los volúmenes de la cartela se enrosca una cinta con un texto inscrito en dorado relativo a la realeza de Cristo.


Como terminación a los cuatro extremos de la cruz aparecen sendas cantoneras torneadas con apliques de plata recreando coronas de realeza e incluyendo a su vez elementos vegetales como la perinola de hojarascas que remata las puntas.


Esta obra que pasa a engrosar el espléndido patrimonio de la Archicofradía de la Vera-Cruz ha supuesto un reto para el taller, ya que es la primera cruz procesional que realizamos, antojándose una de las más vistosas y personales de cuantas cargan las imágenes de Jesús Nazareno en toda Andalucía, estando por tanto muy orgullosos del resultado final que deseamos sea del agrado de todos los hermanos de la Hermandad. Una pieza concebida según las técnicas tradicionales tanto de carpintería, con su talla y barnizado, como en orfebrería, utilizando el repujado, el cincelado y la fundición para labrar cada pieza y unirlas en común mediante la soldadura a sacado de fuego. Un trabajo que desde ahora dotará al Señor de los Reyes de una impronta personal y única, y que a su vez será distintivo tanto de la propia estética de la corporación como de la silueta mayestática del Señor cuando allende el puente recorra la ciudad de Córdoba cada Lunes Santo.

 

Manuel Valera Cerdá

Septiembre 2021





Nota: adjuntamos el díptico elaborado por la Hermandad para la presentación de la Cruz indagando en los aspectos más característicos del diseño y en su dimensión simbólica e iconográfica.



  

Corona para María Santísima de las Penas. Hermandad de la Palma, Cádiz.

 


Corona para la Santísima Virgen de las Penas, dolorosa titular de la Cofradía de la Palma de Cádiz del popular barrio de la Viña, con motivo de su Coronación Canónica. Realizada en oro de ley y plata con distintas terminaciones, posee incrustaciones de piedras preciosas, perlas, marfil y piedra ostionera.






domingo, 7 de febrero de 2021

¿Caín nació en Córdoba?

  

  Muchas veces me he preguntado por qué es tan complicado trabajar para esta ciudad. Salvo honrosas excepciones todos los proyectos artísticos de los que he formado parte en mi propia tierra, en la Córdoba de mi alma, han sido un sufrimiento constante. Me ha costado insomnios, dolores de cabeza y malestar. Todo son complicaciones y obstáculos de todo tipo. Siempre tengo la sensación que desde el principio hay algo, por no decir alguien, que se me enfrenta a muerte. Mi familia lo sufre igual que yo, aunque a decir verdad nos lo vamos tomando con el humor que da la experiencia y la tranquilidad de conciencia.

  A qué se debe esto no llego a explicármelo del todo más allá de las consabidas hipótesis a las que no quisiera hacer caso. Es una sensación más que desagradable constatar que la fluidez con la que surgen y se desarrollan nuestros trabajos en el resto de la geografía nacional se vuelve palos en las ruedas en lo que hago para mi propia casa.

  El último ejemplo es de ayer mismo. Adalides de la infalibilidad (así en plural porque me consta que aunque uno ha sido empujado a dar la cara, no es cosa suya en realidad), de la verdad absoluta y del más que refinadísimo buen gusto, poco menos que tachan de despropósito y elucubración de una mente ávida de protagonismo y soberbia un proyecto en el que hemos puesto todo nuestro cariño y tiempo desde el primer momento en el que se nos hizo partícipes.

  No Rafa, no, mi ego no necesita imponerse en ningún sitio. Cuando la Hermandad de la Expiración  de Córdoba me llamó, porque yo por mi cuenta y riesgo nunca osaría proponer nada a nadie, para “colaborar” en el diseño de un nuevo paso para su Titular, que es de lo que estamos hablando desde el principio, lo único que pedí fue que se creara una comisión de estudio, comisión que creó la junta de gobierno y en la que me integré como uno más. En esa comisión se presentaron y debatieron ideas que cada uno fue aportando precisamente para asegurarnos que hubiera un suficiente consenso al respecto, porque sé fehacientemente que hay personas, y en las cofradías abundan, que siempre se creen con la verdad absoluta y siempre tiene que hacerse lo que ellos digan. Se hicieron bocetos, se fue gestando un proyecto poco a poco, paso a paso. Se le dio un fundamento teológico y simbólico sustentando lo meramente estético, todo en común. Finalmente se presentó al dictamen de todos los hermanos de la corporación que de manera mayoritaria lo aprobó en cabildo, que no sé desde que pedestal se atreve nadie a cuestionar. Yo no entiendo de políticas internas, yo no tengo porque entrar en ninguna dinámica de enfrentamientos de poder, solo colaboré,  vuelvo a repetir humildemente, cuando se me solicitó.


   

  Cuando uno se enfrenta al reto del papel en blanco siempre tiene dos opciones básicas, o se siguen repitiendo modelos más o menos maquillados cambiando una hojita por aquí y colocando unas figuritas por allá (obviamente la opción fácil que creo con total modestia que si hubiera sido la indicación de la junta hubiéramos podido desarrollar), o bien se intenta crear algo distinto, algo que no se haya hecho ya. Esto sin duda es lo más difícil y por lo que se optó, también es lo más arriesgado y valiente. Hay quien se sigue empeñando en copiar todo, y si algo no se parece a algún modelo conocido de la “capital” ya no vale. Que somos una hermandad seria de esparto, pues hay que copiar a los Estudiantes; que somos de “bulla”, pues entonces a “las Esperanzas”... Pero nadie se fija en el maravilloso paso de Carretería, pocos hablan del palio de la Palma… son rarezas en el globalizado arsenal de ideas preconcebidas del cofrade postmoderno. Ahí sigue brillando la chispa de la inspiración creativa. Allá por los años sesenta seguro que le dirían de todo a Juan Miguel Sánchez por diseñar ese manto y esas bambalinas para Nuestra Señora de los Ángeles, con lo fácil que hubiera sido ir rotando hojas “juanmanuelinas” para componer otro palio mas, y gracias a eso al ir revirando en una esquina sabemos fehacientemente que el palio que se acerca es el de Los Negritos. Todo eso, entiéndaseme bien, desde la mayor de las distancias.      

  Damos gracias todos los amantes del arte que los hermanos de Pasión en su día no se decidieran por arreglar su antiguo paso, o que a tu admirado Rodríguez Ojeda no le tuvieran durante toda su vida profesional restaurando y pasando palios anteriores, de nuevo salvando todas las distancias. O más cerca de nosotros, ¿por qué no se critica el decidido cambio que supuso el nuevo paso del Santo Sepulcro, con nueva estética manierista y dorado a más inri?.

  Esos mismos señores que saben de todo creen desde su soberbia que han llegado a la cumbre de la perfección y que el fin de la historia ha llegado, al menos en lo que a la estética cofrade se refiere. Ellos piensan que desde el origen de las manifestaciones públicas de fe todos sus predecesores han estado bordando, tallando, cincelando, creando… pero imperfectamente. Todo eran tanteos hasta llegar a la perfección que, por casualidad, es el tiempo en que a ellos les ha tocado vivir. Eso sí es soberbia, pero soberbia revistiendo una gran incultura. Le pese a quien le pese todo evoluciona, y estoy convencido que la Semana Santa de dentro de un siglo será distinta a la actual, en estética y en todo, para bien o para mal.



  Otro argumento utilizado contra el nuevo paso es su falta de integración en la estética del conjunto de enseres de la cofradía, algo que entiendo menos aún. Primero porque personalmente, pero eso es también cuestión de gustos, no creo que una cofradía deba ser un conjunto monolítico diseñada desde la cruz de guía hasta el carro de la escalera. A mí me parece que es bonito que la cofradía nos hable en la calle de su historia, de su evolución, de muchos discursos dentro del gran y principal mensaje salvífico. Eso sin duda aporta riqueza y belleza a nuestros cortejos procesionales. Quizás algunos diseñadores lo que pretendan sea precisamente que se les encargue ese trabajo de diseñar todos los guiones de manera homogénea y según su gusto, aunque acusen a otros de imponer el suyo. Aparte, ¿quién puede decir que la estética rococó esta fuera de sitio en el cortejo de la Expiración de Córdoba?, ¿su juego de ciriales no es de ese estilo?, ¿su juego de varas no recrea las típicas dieciochescas?, ¿de qué siglo es la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración?, ¿Cómo que no encaja en la línea de la hermandad un paso caoba y plata de estilo rocalla? Otra cosa es que no guste su diseño, más allá de la manía que me pueda tener alguien, que lo respetaré siempre. Pero en cuanto a estilo… ¿entonces por qué le diseñaste unas potencias rococó al Cristo si no encaja en esa estética?.

  Siempre he sido consciente que no le puede gustar a todo el mundo lo mismo y que siempre hay que estar abierto a las críticas, pero por favor, solo pido un poco de respeto. Respeto con el que yo procuro comportarme. Córdoba rebosa arte, sé que existe mucha competencia y son tiempos duros pero eso no es excusa para traspasar una línea ética que yo nunca me permitiría. Admiro y aplaudo el buen trabajo de mis colegas y me guste o no me guste el trabajo de nadie pocas veces he osado criticarlo. Sé lo duro que es nuestro trabajo, las horas que son necesario echar para conseguir un salario más o menos comparable al de otras profesiones. Sólo eso merece mi más profundo respeto y procuro ayudar en lo que puedo a mis colegas y a las hermandades que me lo piden como en este caso, a costa de mi tiempo y por tanto, mi dinero, que para un autónomo es lo mismo. Muchos se han aprovechado de nuestra falta de compañerismo y unidad, ya va siendo hora de cambiar esos modos. Sin duda todos saldremos ganando.